jueves, 14 de febrero de 2013

Un estudio halla que las bebidas energéticas conllevan un riesgo para los adolescentes



Apunta que las bebidas ricas en cafeína pueden provocar problemas cardíacos  sobre todo cuando se combinan con alcohol

Un nuevo informe advierte que las bebidas energéticas populares conllevan peligros potenciales para los adolescentes, sobre todo cuando se mezclan con alcohol.
El informe, que aparece en la edición de febrero de la revista Pediatrics in Review, hace un resumen de las investigaciones existentes y concluye que las bebidas ricas en cafeína pueden provocar un latido cardíaco acelerado, hipertensión, obesidad y otros problemas médicos en los adolescentes. En combinación con el alcohol, los daños potenciales pueden ser graves, anotaron los autores.
"No creo que se trate de sensacionalismo. Estas bebidas pueden resultar peligrosas para los adolescentes", señaló el autor líder de la revisión, el Dr. Kwabena Blankson,  especialista en medicina adolescente del Centro Médico Naval de Portsmouth, Virginia. "Contienen demasiada cafeína y otros aditivos sobre los que no sabemos suficiente. Una alimentación sana, el ejercicio y un sueño adecuado son formas mejores de obtener energía".
Los médicos y los padres deben "hablar inteligentemente con los adolescentes sobre por qué las bebidas energéticas quizás no sean seguras", planteó Blankson. "Deben preguntarles a los adolescentes si consumen bebidas energéticas y sugerir alternativas sanas".
Las encuestas sugieren que hasta la mitad de los jóvenes consumen estas bebidas no reguladas, con frecuencia en búsqueda de una dosis alta de cafeína que les ayude a despertarse, permanecer despiertos o para sentir "euforia".
Blankson advirtió que un exceso de cafeína "puede tener efectos secundarios problemáticos". Anotó que más de 100 mg al día de cafeína se considera malsano para los adolescentes.
Las bebidas energéticas con frecuencia se sirven frías, y a veces con hielo, haciéndolas más fáciles de beber que el café caliente. Y muchas contienen aditivos como azúcar, ginseng y guaraná, que aumentan los efectos de la cafeína, explicaron los investigadores.
"No sabemos qué hacen esos aditivos al cuerpo tras periodos de uso extensivo", dijo Blankson.
Además, los jóvenes con frecuencia mezclan las bebidas energéticas con alcohol, o compran bebidas energéticas que contienen alcohol. Una cuarta parte de los estudiantes encuestados en diez universidades de Carolina del Norte habían consumido bebidas energéticas mezcladas con alcohol en el mes anterior, anotó el informe. Y 23 estudiantes universitarios de Nueva Jersey y nueve del estado de Washington fueron hospitalizados en 2010 tras beber una bebida energética con alcohol.
Las autoridades de salud de EE. UU. también han dado la alarma sobre las bebidas energéticas. La Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias de EE. UU. reportó recientemente que las visitas al hospital relacionadas con esas bebidas se duplicaron, llegando a casi 21,000, entre 2007 y 2011. Alrededor del 42 por ciento de los casos también incluyeron el uso de drogas o alcohol, señaló la agencia.
Aunque su informe no propugna la prohibición de las bebidas, "como médico que atiende a adolescentes, no puedo decirles ni a ellos ni a sus padres que estos productos son seguros", apuntó Blankson. "Ni siquiera puedo asegurarles qué cantidad de cafeína contienen algunas de esas bebidas, dado que muchas no incluyen esa información en la etiqueta".
El Dr. Sean Patrick Nordt, director de la sección de toxicología de la Universidad del Sur de California, ofreció una perspectiva más ligera sobre el peligro de las bebidas, al decir que parecen ser "relativamente seguras", sobre todo si alguien solo bebe una o dos.
Aún así, dijo, son potencialmente peligrosas para algunas personas y "se deben considerar más como medicamentos que como bebidas". En particular, aconsejó, no deben mezclarse con alcohol, drogas ilegales o fármacos.

Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTE: Kwabena Blankson, M.D., major, U.S. Air Force, and adolescent medicine specialist, Naval Medical Center, Portsmouth, Va.; Sean Patrick Nordt, M.D., Pharm.D., assistant professor, clinical emergency medicine and director, section of toxicology, Department of Emergency Medicine, Keck School of Medicine, University of Southern California, Los Angeles; Jan. 31, 2013, statement, American Beverage Association; February 2013 Pediatrics in Review
HealthDay

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